La microflora vaginal constituye un importante mecanismo de defensa del huésped, pero existen una serie de factores que alteran el equilibrio ecológico ahí presente, dando origen a las infecciones cervico-vaginales. Las complicaciones asociadas a éstas, al no ser tratadas pueden ser severas: recurrencia, enfermedad pélvica inflamatoria, infertilidad y predisposición a contraer virus del papiloma humano y virus de inmunodeficiencia humana. Por esta razón, son objeto constante de investigación.
Este grupo de investigadores decidió determinar la frecuencia de infecciones genitales, evaluando citologías de 217 mujeres que acudieron a un programa de pesquisa de cáncer cervical, las muestras fueron obtenidas de la región exo endocervical, se colorearon según la técnica de Papanicolaou para el estudio citológico; posteriormente se analizaron y reportaron según los criterios del Sistema Bethesda. De las 217 muestras citológicas se seleccionaron aquellas que reportaron la presencia de infección y que fueron categorizadas como cambios celulares benignos.
El 78,80% tenían infección y la mayor incidencia se presentó entre los 25 y 35 años. El 33.92% de las infecciones era causada por dos o más microorganismos, seguido de flora bacteriana mixta (21,64%), vaginosis bacteriana (19,88%), Trichomonas vaginalis (16,37%) y hongos (7,60%). En la infección mixta la mayor asociación fue entre Trichomonas vaginalis y bacterias en un 94,83%. La etiología es mixta en un alto porcentaje y el microorganismo más común es la Trichomonas vaginalis en combinación con flora bacteriana.
En conclusión, las mujeres con infección genital se encuentran en edad reproductiva; además teniendo en cuenta la utilización de anticonceptivos orales y dispositivo intrauterino, considerados factores predisponentes a las infecciones genitales. Este articulo By Maria Victoria Miategui
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