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Enfermedad Inflamatoria Pélvica

Actualizado: 11 sept 2020

La enfermedad inflamatoria pélvica es una inflamación de los órganos genitales femeninos. Por lo general, se produce cuando las bacterias transmitidas sexualmente se propagan desde la vagina hacia el útero, las trompas de Falopio o los ovarios.

La enfermedad inflamatoria pélvica no suele causar signos o síntomas. Como consecuencia, tal vez no te des cuenta de que tienes la enfermedad y no recibas el tratamiento necesario. La enfermedad se puede detectar más adelante si tienes problemas para quedar embarazada o si manifiestas dolor pélvico crónico.



Síntomas

Algunos de los signos y síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica pueden ser los siguientes:

• Dolor en la parte inferior del abdomen y la pelvis

• Abundante flujo vaginal con mal olor

• Sangrado uterino anormal, especialmente durante o después de tener relaciones sexuales, o entre los ciclos menstruales

• Dolor y sangrado durante las relaciones sexuales

• Fiebre, a veces con escalofríos

• Dolor o dificultad al orinar

La enfermedad inflamatoria pélvica puede presentar signos y síntomas leves, o no presentarlos en absoluto. Cuando es grave, la enfermedad inflamatoria pélvica puede provocar fiebre, escalofríos, dolor intenso en la parte baja del abdomen o la pelvis —especialmente durante un examen pélvico— y molestias intestinales.

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Enfermedad Inflamatoria Pélvica


Causas

Hay muchos tipos de bacterias que pueden provocar la enfermedad inflamatoria pélvica, pero las infecciones por Chlamydia y gonorrea son las más frecuentes. Por lo general, estas bacterias se contagian durante las relaciones sexuales sin protección.

Con menor frecuencia, las bacterias pueden ingresar en el aparato reproductor cada vez que se ve alterada la barrera normal creada por el cuello uterino. Esto puede suceder luego de dar a luz o después de un aborto programado o espontáneo.

Factores de riesgo

Varios factores aumentan el riesgo de padecer enfermedad inflamatoria pélvica, entre ellos:

• Ser una mujer sexualmente activa con menos de 25 años

• Tener varias parejas sexuales

• Mantener relaciones sexuales con una persona que tiene más de una pareja sexual

• Tener relaciones sexuales sin preservativo

• Usar periódicamente irrigadores vaginales, lo que altera el equilibrio entre bacterias beneficiosas y dañinas de la vagina, y podría enmascarar síntomas

• Tener antecedentes de enfermedad inflamatoria pélvica o de una infección de transmisión sexual

Hoy en día, la mayoría de los expertos concuerdan en que tener un dispositivo intrauterino (DIU) insertado no aumenta el riesgo de padecer la enfermedad inflamatoria pélvica. Los posibles riesgos se dan en las primeras tres semanas posteriores a la inserción.

Complicaciones

Si la enfermedad inflamatoria pélvica no se trata puede generar tejido cicatricial. También se pueden producir acumulaciones de líquido infectado (abscesos) en las trompas de Falopio, lo que puede dañar los órganos genitales.

Entre otras complicaciones podríamos mencionar:

• Embarazo ectópico. La enfermedad inflamatoria pélvica es una de las causas principales del embarazo en las trompas de Falopio (ectópico). En un embarazo ectópico, el tejido cicatricial de la enfermedad inflamatoria pélvica impide que el óvulo fecundado pase por la trompa de Falopio para implantarse en el útero. Los embarazos ectópicos pueden provocar sangrado masivo potencialmente mortal y requieren atención médica de urgencia.

• Esterilidad. La enfermedad inflamatoria pélvica puede dañar los órganos genitales y provocar esterilidad, la incapacidad de quedar embarazada. Cuantas más veces hayas padecido la enfermedad inflamatoria pélvica, mayor es el riesgo de ser estéril. El retraso del tratamiento de la enfermedad inflamatoria pélvica aumenta el riesgo de padecer esterilidad.

• Dolor pélvico crónico. La enfermedad inflamatoria pélvica puede provocar un dolor pélvico que puede durar meses o años. La formación de cicatrices en las trompas de Falopio y otros órganos pélvicos puede causar dolor durante las relaciones sexuales y la ovulación.

• Absceso en las trompas o los ovarios. La enfermedad inflamatoria pélvica puede provocar abscesos (acumulación de pus) en las trompas y los ovarios. Si no se trata, podrías tener una infección potencialmente mortal.

Prevención

Para reducir el riesgo de enfermedad inflamatoria pélvica, te recomendamos lo siguiente:

• Mantén relaciones sexuales seguras. Usa preservativos cada vez que tengas sexo, reduce el número de parejas sexuales y pregúntale a tus posibles parejas acerca de sus antecedentes sexuales.

• Consulta con el médico sobre métodos anticonceptivos. Muchos métodos anticonceptivos no protegen contra la enfermedad inflamatoria pélvica. Los métodos de barrera, como los preservativos, pueden ayudar a reducir el riesgo. Aunque tomes píldoras anticonceptivas, es importante que utilices un preservativo cada vez que tengas relaciones sexuales para protegerte de infecciones de transmisión sexual.

• Hazte análisis. Si estás en riesgo de padecer una infección de transmisión sexual, como la clamidiosis, pide una consulta con el médico para hacerte los análisis. Establece un programa regular de análisis para la detección de infecciones de transmisión sexual con tu médico si es necesario. El tratamiento temprano de las infecciones de transmisión sexual es tu mejor oportunidad de evitar la enfermedad inflamatoria pélvica.

En el Módulo 2 de nuestro Curso de Citología Ginecológica veremos este tipo de patologías y muchas otras. Te invitamos a participar.

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