La tiroides, una glándula en forma de mariposa ubicada en la base del cuello, desempeña un papel crucial en el cuerpo humano al producir hormonas que regulan el metabolismo, el crecimiento y otras funciones vitales. Sin embargo, como cualquier otra parte del cuerpo, la tiroides también puede desarrollar lesiones, algunas de las cuales son benignas.
La citología aspirativa con aguja fina (CAAF) es una técnica ampliamente utilizada para evaluar las lesiones tiroideas, permitiendo una evaluación preliminar antes de la cirugía.
En el análisis citomorfológico de las muestras obtenidas por CAAF, se aplican diversos criterios para distinguir las lesiones benignas de las malignas. Aquí exploraremos algunos de los criterios citomorfológicos más relevantes para las lesiones benignas de tiroides:
1. Patrones de agrupamiento celular:
Las lesiones benignas tienden a formar agrupaciones celulares que mantienen una arquitectura ordenada y cohesiva. Los patrones comunes incluyen folículos tiroideos, agrupaciones foliculares, nidos de células oncocíticas y formaciones microacinares. Estos patrones pueden observarse de manera completa y uniforme, con células que muestran una morfología normal.
2. Morfología celular:
Las células en las lesiones benignas tienden a conservar características normales o casi normales. Por ejemplo, los folículos tiroideos benignos pueden contener células tiroideas con núcleos uniformes, citoplasma eosinofílico y bordes celulares bien definidos. La presencia de células con citoplasma abundante y eosinofílico (células oncocíticas) también puede indicar una lesión benigna.
3. Núcleos celulares:
Los núcleos celulares en las lesiones benignas tienden a ser uniformes en tamaño, forma y distribución. Los núcleos de las células foliculares benignas suelen ser redondos u ovales, con cromatina finamente dispersa y nucleolos pequeños o ausentes. La presencia de inclusiones citoplasmáticas, como cuerpos coloidales o cristales de oxalato de calcio, también puede apoyar el diagnóstico de una lesión benigna.
4. Coloides:
La presencia de coloides dentro de los folículos tiroideos es un hallazgo común en las lesiones benignas. Los coloides son material gelatinoso que rellena los folículos y puede observarse en diversas formas, como gotas, masas amorfas o cristales. La presencia de coloides bien formados y abundantes es un indicador de benignidad.
5. Celularidad:
Las lesiones benignas tienden a tener una baja a moderada celularidad, con una cantidad adecuada de células presentes para mantener la cohesión tisular y la arquitectura característica. La presencia de coloides y la ausencia de características citomorfológicas atípicas contribuyen a una celularidad que se considera dentro de los límites normales.
En resumen, la evaluación citomorfológica de las lesiones tiroideas benignas implica la observación meticulosa de patrones de agrupamiento celular, morfología celular, núcleos celulares, coloides y cellularidad. Si bien estos criterios pueden ser indicativos de benignidad, es fundamental recordar que el diagnóstico final requiere un enfoque integral que incorpore información clínica, histológica y molecular. La colaboración interdisciplinaria entre patólogos, endocrinólogos y cirujanos es esencial para garantizar un manejo adecuado de las lesiones tiroideas y proporcionar el mejor cuidado posible al paciente.
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