La mama está compuesta de células grasas y de estroma que soporta el tejido glandular, un sistema ductal ramificado que llega a 6-10 conductos principales, que se abren al pezón. En la mama se desarrollan lesiones tanto benignas como malignas. En las mujeres jóvenes, los fibroadenomas son lesiones comunes pero, a medida que la edad de las mujeres avanza, los cambios fibroquísticos tienden a ser más habituales. Otras lesiones benignas son la necrosis grasa y los estados inflamatorios como el absceso mamario o mastitis. También pueden producirse otras lesiones benignas menos comunes como los hamartomas y la hiperplasia pseudoangiomatosa. La hiperplasia ductal forma parte de los cambios fibroquísticos. La hiperplasia ductal atípica puede ser difícil de diferenciar del carcinoma ductal in situ de bajo grado, y estas lesiones representan un espectro de enfermedades que pueden desembocar en un carcinoma mamario. Los cambios radiológicos pueden generar una masa, que puede mostrarse atípica en una citología por aspiración. De igual forma, los cambios debidos al embarazo y a la lactancia también pueden confundirse con una malignidad en los aspirados, por lo que una buena información clínica es esencial para realizar un diagnóstico citológico preciso.
Las malignidades que se producen en la mama pueden ser primarias o metastásicas. Las metastásicas incluyen el linfoma, el melanoma maligno y otros tumores secundarios como los carcinomas renales, bronquiales, ováricos o pulmonares. El más significativo desde el punto de vista diagnóstico es el carcinoma primario de mama, que será de tipo ductal si no está especificado de otra manera (NEOM).
La segunda neoplasia primaria de mama más común es el carcinoma lobulillar. El carcinoma ductal in situ y el carcinoma lobulillar se diagnostican fácilmente a partir de biopsias por excisión, pero resulta más difícil realizar un diagnóstico fiable a partir de una citología.
La citología mamaria se emplea con fines diagnósticos y de screening. Cualquier lesión detectada en un screening mamográfico puede analizarse con una aguja fina, mediante aspiración directa si es palpable o mediante guía estereotáxica o de ultrasonido si no es palpable. Si el análisis de la citología es insatisfactorio o equívoco, se puede utilizar una biopsia con trócar o una sección congelada. Las masas mamarias palpables se pueden aspirar fácilmente y pueden procesarse rápidamente para dar un rápido diagnóstico.
La citología de la aspiración con aguja fina es una herramienta útil en el diagnóstico de lesiones mamarias, ya sean palpables o no. Se trata de un procedimiento seguro, rápido, barato (en comparación con las biopsias con trócar) y relativamente indoloro, y puede ser realizado tanto por los médicos como por los patólogos. En manos de los citopatólogos, el porcentaje de no adecuación es bajo, ya que se puede realizar una rápida tinción para evaluar la adecuación de la muestra y se puede repetir el procedimiento en caso necesario.
En manos de un citopatólogo con experiencia, la correlación citohistológica es excelente. Una desventaja menor de los aspirados con aguja fina es que no siempre es posible diferenciar las lesiones infiltrantes de las lesiones in situ, pero las biopsias con trócar presentan el mismo tipo de problemas en algunos casos.
El material aspirado es extendido en un portaobjetos o introducido en una solución Cytolyt®, y la aguja es lavada con la misma solución para todos los pases realizados. El fluido se puede utilizar para preparar varios portaobjetos casi idénticos, permitiendo así que el laboratorio pueda guardar material para realizar tinciones especiales como son las tinciones con los receptores de estrógeno y progesterona y la sobre-expresión de la proteína HER2/neu. Para profundizar en esta herramienta te invitamos al Training ce Citopatologia Mamaria entra en el enlace para conocer más.
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