Técnicas de preparación citológica: Extensión directa
Desde el punto de vista estricto todas y cada una de las preparaciones que examinamos son un artefacto: nunca observamos una célula en su estado natural y no modificado, salvo tal vez en las extensiones cervicales en fresco para buscar trichomonas.
Así pues, el objetivo de las técnicas de preparación citológica consiste en generar un artefacto congruente, es decir, que se repita en el laboratorio de una muestra a otra y de un día para otro. Por otra parte, sería deseable que las preparaciones elaboradas en un laboratorio tuviera un aspecto lo más semejante posible al de las realizadas en otro laboratorio. Con el fin de promover tal uniformidad y de reducir al mínimo las variaciones entre los distintos laboratorios, el National Comité for Clinical laboratory standards ha elaborado y publicado directrices para elaborar, fijar y teñir las citologías vaginales con la técnica del Papanicolaou. Es previsible que se lleven a cabo intentos similares para alcanzar consenso en lo que se trata a las muestras no ginecológicas.

En lo que respecta a la extensión directa hay quienes consideran que las extensiones directas son el patrón oro del procesado de las muestras obtenidas por punción aspiración con aguja fina. Los partidarios de la extensión directa citan como ventaja de la misma la abundancia de la celularidad obtenida, la conservación de los núcleos, la mejor observación del material de fondo y la menor tridimensionalidad, fenómeno cuya presencia, pues dificulta la adecuada visión de las células, además de permitir una mejor observación de los rasgos celulares, las extensiones directas se pueden teñir y estudiar con mayor rapidez que en las preparaciones realizadas con líquidos. Sobre la base de los parámetros antes mencionados, son varios los estudios en los que se han comparado ambas técnicas, documentándose la superioridad de la extensión directa sobre las técnicas de citocentrifugación. Sin embargo, la calidad de las extensiones directas depende en gran medida de la persona que las realiza.
En una extensión correctamente preparada, el material debe estar distribuido de una manera homogénea. Si la fijación se hacen alcohol, la celeridad tiene la máxima importancia, no debe sorprendernos el hecho de que en general, las extensiones elaboradas por el mismo sujeto que las interpreta tengan mayor calidad, No obstante, los servicios que prestan los laboratorios sufren un proceso de centralización constante que dificulta por razones logísticas, que el personal de laboratorio esté presente en el momento de la punción.
En definitiva, los inconvenientes de la extensión directa tienen que ver con su correcta elaboración, es decir, con la dificultad que entraña el conseguir una extensión homogénea del material y con la posibilidad de que éste se deseque.