Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son afecciones cuya principal vía de contagio es la actividad sexual. Los síntomas más comunes incluyen dolor abdominal en la región hipogástrica, sangrado y leucorrea.
La vulvovaginitis es la ETS más frecuente, seguida por las úlceras genitales y la enfermedad pélvica inflamatoria. Es crucial un diagnóstico precoz para un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.
Vulvovaginitis: La variante más común es la vulvovaginitis candidiásica, acompañada de leucorrea blanquecina en grumos y mal olor. Presenta eritema, edema vulvar y dispareunia. El diagnóstico se realiza mediante la prueba de KOH al 10%, cultivo microbiológico en medios de Saboraud o Nickerson, y observación de blastoconidios o hifas en citología. El tratamiento implica Clotrimazol, Miconazol, Sertaconazol, Nistatina o Ácido Bórico.
Vaginosis bacteriana: Causada por Garderella vaginalis, se caracteriza por leucorrea maloliente con olor a pescado, de color blanco-grisáceo. Provoca prurito vulvar, escozor vaginal y dispareunia. El diagnóstico incluye la prueba de amina con KOH al 10% y se trata con Metronidazol o clindamicina.
Tricomoniasis vaginal: Ocasionada por un protozoo anaerobio, se manifiesta con secreción vaginal abundante de color gris-amarillento-verdoso, espumosa y maloliente. El diagnóstico se realiza mediante la visualización del parásito con Giemsa, Papanicolaou y cultivo de Diamond. El tratamiento se lleva a cabo con Metronidazol en pareja.
Infección herpética genital: Provocada por el virus del Herpes simplex (VHS), es la causa más común de úlceras genitales. La incubación es de 2 a 12 días, seguida de dolor, eritema y vesículas que se ulceran. El diagnóstico se realiza con tipificación viral, raspado de la úlcera y serología. El tratamiento incluye Aciclovir.
Chancroide o chancro blando: Causado por Haemophilus ducreyi, se caracteriza por una úlcera genital dolorosa con adenopatías. El diagnóstico se efectúa con la tinción de Gram y el tratamiento con azitromicina o ceftriaxona.
Granuloma inguinal (Donovanosis): Infección por Calymmatobacterium granulomatis, provoca úlceras en la vulva, vagina o cérvix indoloras. Se diagnostica con la tinción de Giemsa y se trata con doxiciclina.
Linfogranuloma venéreo: Producido por Chlamydia trachomatis, se manifiesta como pápula o úlcera indolora. El diagnóstico se realiza mediante cultivo celular, inmunofluorescencia directa y biopsia, y se trata con doxiciclina.
Sífilis: Enfermedad causada por Treponema pallidum, con síntomas que van desde el chancro en la sífilis primaria hasta síntomas sistémicos en la sífilis secundaria y terciaria. El diagnóstico se realiza con la visualización en campo oscuro de las treponemas móviles y pruebas serológicas como VDRL y RPR. El tratamiento implica penicilina benzatínica.
Cervicitis: Caracterizada por leucorrea, a menudo asintomática, con agentes causales como C. trachomatis y N. gonorrhoeae.
Infecciones por Chlamydia trachomatis: Producen cervicitis mucopurulenta, uretritis y EPI. El diagnóstico se realiza por cultivo celular, detección de antígenos por inmunofluorescencia o ELISA, y el tratamiento con azitromicina.
Infecciones por gonococo: Causadas por Neisseria gonorrhoeae, provocan gonorrea con cervicitis, EPI, uretritis, proctitis y orofaringitis. El diagnóstico se efectúa por cultivo en medio de Thayer Martin o ELISA, y el tratamiento con ciprofloxacina u otra quinolona.
Enfermedad Inflamatoria Pélvica: Conjunto de alteraciones inflamatorias del tracto femenino, incluyendo endometriosis, salpingitis, absceso tuboovárico y peritonitis pelviana. Los agentes causales son N. gonorrhoeae, C. trachomatis, y Garderella vaginalis, H. influenzae. La estratificación clínica se divide en cuatro estadios. El diagnóstico incluye exploración clínica, exámenes abdomino-vaginales, análisis de sangre y ecografía. El tratamiento es específico según el agente causal o puede ser quirúrgico en casos necesarios.
Otras infecciones: Incluyen pediculosis por Pthirus pubis, Molluscum contagiosum y verrugas genitales.
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