Protocolo de la OMS 2024 para el Manejo de Verrugas en la Región Anal
- citorushtc

- 12 ago
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Actualizado: 19 ago
Las verrugas en la región anal (condilomas acuminados) son lesiones benignas causadas principalmente por el virus del papiloma humano (VPH), sobre todo por los genotipos 6 y 11. Aunque suelen carecer de riesgo oncológico inmediato, sí generan un impacto considerable en la salud física, sexual y emocional de los pacientes, lo que obliga a un manejo clínico adecuado.
En julio de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó nuevas recomendaciones basadas en evidencia científica para el manejo de las verrugas anogenitales. Estas directrices, conocidas oficialmente como protocolo OMS 2024 manejo de verrugas en la región anal, marcan un cambio importante al priorizar un enfoque personalizado, integral y preventivo.
En este artículo, desde CITORUSHTC, te mostramos los aspectos más relevantes de estas guías, comparándolas con otras referencias internacionales y resaltando su importancia en la práctica clínica actual.

Diagnóstico según protocolo OMS 2024 manejo de verrugas en la región anal
El diagnóstico inicial debe ser clínico, mediante inspección visual directa. Este paso permite diferenciar los condilomas de otras lesiones perianales como hemorroides, molusco contagioso o neoplasia intraepitelial anal.
Criterios para realizar biopsia (H3)
La biopsia solo se recomienda en situaciones específicas:
Lesiones pigmentadas, ulceradas o con sangrado.
Verrugas con crecimiento rápido o aspecto atípico.
Falta de respuesta al tratamiento convencional.
Pacientes inmunocomprometidos (incluyendo personas con VIH).
Sospecha de neoplasia intraepitelial o carcinoma anal.
De esta forma, la OMS busca evitar procedimientos invasivos innecesarios en caso
Selección del tratamiento
El Protocolo OMS 2024 propone un enfoque individualizado, considerando:
Tamaño y grosor de las lesiones.
Localización (perianal, intraanal o ambas).
Cantidad de lesiones.
Preferencias del paciente.
Disponibilidad de recursos y experiencia del personal de salud.
Opciones de tratamiento (H3)
Métodos ablativos: crioterapia, electrocirugía, escisión quirúrgica, láser de CO₂.
Agentes químicos: ácido tricloroacético (TCA), aplicado en consulta.
Tratamientos inmunomoduladores: imiquimod tópico, bajo supervisión médica.
👉 Clave: No existe un tratamiento universalmente superior; la selección debe equilibrar eficacia, tolerancia y accesibilidad.
Evaluación integral del paciente
La OMS enfatiza que el diagnóstico de verrugas anales debe ser también una oportunidad para:
Tamizaje de ITS: VIH, sífilis, hepatitis B y C, gonorrea y clamidia.
Educación sexual: transmisión del VPH, uso correcto del preservativo, reducción de riesgos.
Vacunación contra el VPH: recomendada en personas no inmunizadas.Evaluación de vacunación contra VPH: recomendando la inmunización si no se ha recibido previamente.
Seguimiento y control
El protocolo no fija un calendario rígido, sino que recomienda un seguimiento individualizado:
Revisión a las 6–8 semanas si se usan tratamientos tópicos.
Evaluación inmediata ante crecimiento rápido, sangrado o cambios de color en lesiones.
Repetición o cambio de técnica si hay persistencia o recurrencia (hasta 30%).
👉 Consejo clínico: informar al paciente sobre la importancia de controles regulares y medidas preventivas.
Diferencias con otras guías internacionales
Conclusiones
El Protocolo OMS 2024 para verrugas en la región anal representa un paso hacia la medicina personalizada y preventiva. Destaca por:
La inspección clínica inicial como herramienta clave.
La selección individualizada del tratamiento, adaptada al contexto socioeconómico y clínico.
La prevención mediante educación sexual y vacunación.
Desde CITORUSHTC, resaltamos que su implementación puede mejorar la eficacia terapéutica, reducir recurrencias y fortalecer la prevención de infecciones asociadas al VPH, elevando los estándares en salud sexual y reproductiva.



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